ODA A LA PRIMAVERA
Primavera temible,
rosa loca,
llegarás, llegas imperceptible, apenas
un temblor de ala, un
beso de niebla con jazmines,
el sombrerolo sabe, los caballos, el viento
trae una carta verde que los árboles leen
y comienzan las hojas a mirar
con un ojo,
a ver de nuevo el mundo se convencen,
todo está preparado, el
viejo sol supremo,
el agua que habla, todo, y entonces
salen todas las
faldas del follaje,
la esmeraldina ,loca primavera,
luz desencadenada,
yegua verde,
todo se multiplica , todo busca
palpando una materia que
repita su forma,
el germen mueve pequeños pies sagrados,
el hombre ciñe el
amor de su amada,
y la tierra se llena de frescura,
de pétalos que caen
como harina,
la tierra brilla recién pintada
mostrando su fragancia en sus
heridas,
los besos de los labios de claveles,
y la marea escarlata de la
rosa.
Ya está bueno!
Ahora, primavera, dime para qué sirves
y a
quién sirves.
Dime si el olvidado en su caverna
recibió tu visita,
si
el abogado pobre en su oficina
vio florecer tus pétalos sobre la sucia
alfombra,
si el minero de las minas de mi patria
no conoció más que la
primavera negra
del carbón o el viento envenenado
del
azufre!
Primavera, muchacha, te esperaba!
Toma esta escoba y barre el
mundo!
Limpia con este trapo, las fronteras,
sopla los techos de los
hombres,
escarba el oro acumulado y reparte
los bienes
escondidos,
ayúdame cuando ya el hombre
esté libre de miseria, polvo,
harapos,
deudas, llagas, dolores, cuando
con tus transformadoras manos de
hada
y las manos del pueblo, cuando sobre la tierra
el fuego y el amor
toque tus bailarines
pies de nácar,
cuando tu, primavera, entres
a
todas las casas de los hombres,
te amaré sin pecado, desordenada
dalia,
acacia loca, amada, contigo, con tu aroma,
con tu abundancia, sin
remordimiento,
cn tu desnuda nieve abrasadora,
con tus más desbocados
manantiales,
sin descartar la dicha de otros hombres,
con la miel
misteriosa de las abejas diurnas,
sin que los negros tengan que vivir
apartados
de los blancos,
adelante, trabajaremos juntos
en la futura y
pura fecundidad florida.
Pablo Neruda - Oda a la primavera
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