lunes, 2 de octubre de 2017

Enunciación. Subjetivemas.

“Subjetivemas”
Catherine Kerbrat-Orecchioni L'enonciation. De la subjetivité dans le langage, París, Armand Colin, 1980 (adaptación).

El sujeto de la enunciación, cuando debe verbalizar un referente cualquiera (real o imaginario), seleccionando ciertas unidades del repertorio de la lengua, se enfrenta a dos opciones:  el discurso objetivo, que intenta borrar toda huella del enunciador individual.  el discurso subjetivo, en el que el enunciador:  asume explícitamente su opinión: “Me parece horrible”.  se reconoce implícitamente como fuente evaluativa de la información: “Es horrible”. Los rasgos semánticos de los elementos léxicos que pueden considerarse subjetivos son los siguientes:  afectivo  evaluativo, que puede dividirse en dos:  axiológico, un rasgo bueno/malo, que afecta el objeto denotado y/o a un elemento asociado cotextualmente.  modalizador, que atribuye un rasgo del tipo verdadero/falso, también, en cierta forma, axiológico, ya que verdadero implica bueno. Consideraremos los elementos léxicos en sus clases tradicionales, para mostrar cómo se realizan estos rasgos. Sustantivos La mayor parte de los sustantivos afectivos y evaluativos son derivados de verbos o adjetivos, por lo que los consideraremos en el análisis de estos (amor/amar, belleza/bello, etc.). Hay, sin embargo, un cierto número de sustantivos no derivados, que se pueden clasificar dentro de los axiológicos como peyorativos (desvalorizadores) / elogiosos (valoralizadores):  El rasgo puede estar representado en un significante, mediante un sufijo: -acho: comunacho -ete: vejete -ucho: pueblucho  El rasgo axiológico está en el significado de la unidad léxica; no son fijos, sino que dependen de varios factores: fuerza ilocutiva, tono, contexto, etc. Por ejemplo: “La casa de José es una tapera”. “Tapera” tiene, casi siempre, el rasgo peyorativo, lo que no impide que alguien muestre su casa y diga: “¿Te gustó la tapera?”, donde el rasgo puede ser elogioso mediante la ironía. Por lo general, en todas las lenguas los sustantivos relacionados con lo escatológico o lo sexual tienen un rasgo peyorativo, aunque puede variar en ciertos contextos.  Adjetivos Se pueden dividir según los siguientes rasgos:  Afectivos: además de una propiedad del objeto enuncian una reacción emocional del hablante: “Fue una escena terrible”  Evaluativos no axiológicos: implican una evaluación cualitativa o cuantitativa del objeto, sin enunciar un juicio de valor o un compromiso afectivo del locutor. Su uso es relativo a la idea que tiene el hablante de la norma de evaluación para la categoría de objetos. “Esta casa es grande.” “El camino es bastante largo.”  Evaluativos axiológicos: además de la referencia a la clase de objetos al que se atribuye la propiedad, al sujeto de la enunciación y sus sistemas de evaluación, aplican al objeto un juicio de valor. “Se dirigió a mí un hombre ambicioso.” Adjetivos Objetivos Subjetivos soltero/casado macho/hembra adjetivos de color Afectivos Evaluativos desgarrador alegre patético No axiológicos Axiológicos grande ambicioso lejano caliente Adverbios Los más importantes de los adverbios subjetivos son los modalizadores. Se pueden clasificar en los siguientes términos: I) Modalizadores de la enunciación o del enunciado. a) de la enunciación: remiten a una actitud del hablante con respecto a su enunciado: “Francamente, no sé si vendré mañana.” b) del enunciado: remiten a un juicio sobre el sujeto del enunciado: “Posiblemente Juan no lo sepa.” II) Modalizadores que implican un juicio. a) de verdad: “Quizá pueda curarse pronto.” “Sin duda me casaré con ella.” 47 b) sobre la realidad: “En efecto, Juan no vino ayer.” “De hecho estuve totalmente equivocado.” Finalmente, se pueden mencionar los adverbios restrictivos y apreciativos: “Apenas me alcanzó para hacer la torta.” “Resultó casi perfecto.” Verbos Algunos verbos están marcados subjetivamente de forma muy clara (por ejemplo “gustar”). Su análisis implica una distinción triple: I) ¿Quién hace el juicio evaluativo? Puede ser: a) El emisor: es el caso de verbos del tipo pretender. b) Un actante o participante del proceso, por lo general el agente, que en algunos casos puede coincidir con el sujeto de la enunciación (“Deseo que…”). En esta medida, los ver - bos del tipo desear, querer, se incorporan en esta clase como subjetivos ocasionales. II) ¿Qué es lo que se evalúa? a) El proceso mismo y, al mismo tiempo, el agente: “X chilla”. b) El objeto del proceso, que puede ser: 1. una cosa o un individuo: “Detesto”. 2. un hecho, expresado mediante una proposición subordinada:“x desea que p”. III) ¿Cuál es la naturaleza del juicio evaluativo?Se formula esencialmente en términos de: a) bueno/malo: en el dominio de lo axiológico. b) verdadero/falso/incierto: es el dominio de la modalización. Verbos subjetivos ocasionales No implican un juicio evaluativo más que cuando están conjugados en primera persona (o cuando el agente del proceso coincide con el sujeto de enunciación). I) Tipo bueno/malo. a) Verbos de sentimiento: expresan una disposición favorable o desfavorable del agente del proceso frente a su objeto y, correlativamente, una evaluación positiva o negativa de este objeto: apreciar, ansiar, amar, odiar, detestar, temer, etc. b) Verbos que denotan un comportamiento verbal: alabar, denotar, censurar, elogiar. II) Tipo verdadero/falso/incierto. Se trata aquí de los verbos que denotan la manera como un agente aprehende una realidad perceptiva o intelectual: a esta aprehensión puede presentársela como más o me- 48 nos segura o, al contrario, como más o menos discutible (a los mismos ojos del agente cuya experiencia se narra). a) Verbos de percepción: “A Juan le parecía que el sol quemaba.” “Me parece que el sol quema.” b) Verbos de opinión (aprehensión intelectual): “Creo que tiene razón.” Verbos intrínsecamente subjetivos Implican una evaluación cuya fuente siempre es el sujeto de la enunciación. I) Tipo bueno/malo. La evaluación se refiere en primer lugar al proceso denotado (y, de contragolpe, a uno y/u otros de sus actantes): “Dejate de rebuznar.” Un verbo de este tipo implica una evaluación hecha por el emisor sobre el proceso denotado (y de rebote sobre el agente que es responsable de este proceso). II) Tipo verdadero/falso/incierto. a) Verbos de decir: 1. Cuando el emisor no prejuzga de la verdad/falsedad de los contenidos enunciados encontramos verbos del tipo decir, afirmar, declarar. Por ejemplo: “Juan afirmó que Pedro tenía razón”. 2. Cuando el emisor toma implícitamente posición encontramos verbos del tipo pretender, confesar, reconocer. Por ejemplo: “Juan pretendió que Pedro tenía razón”. b) Verbos de juzgar: 1. Cuando el emisor emplea la estructura “Juan critica a Pedro por lo que hizo” está admitiendo como verdadera la proposición “Pedro es responsable de haberlo hecho”. 2. Cuando el emisor emplea la estructura “Juan acusa a Pedro de haberlo hecho” no se pronuncia sobre la verdad de esta imputación. c) Verbos de opinión: enuncian una actitud intelectual de X frente a P, por ejemplo: imaginarse.

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