TEORIA DE LA ENUNCIACION
Las huellas lingüísticas de la enunciación en el
enunciado.
La problemática de la enunciación se aboca a la búsqueda de
los procedimientos lingüísticos con los cuales el locutor imprime su marca al
enunciado, cómo se inscribe en él, implícita o explícitamente, y se sitúa en
relación a su enunciado.
Estas marcas o huellas son, por una parte frases,
palabras, o entonaciones particulares (entre otros indicios) que permiten
analizar en un enunciado cómo el locutor selecciona, destaca, u omite entidades
de la situación comunicativa, denominadas DEÍCTICOS. Por otra parte, también son
marcas para ser interpretadas las valoraciones que el locutor hace del mundo,
denominadas SUBJETIVEMAS, o también las valoraciones que destine a su propio
discurso, afirmaciones, dudas, certidumbres, etc, designadas como
MODALIDADES.
Un deíctico es una frase o una palabra, capaz de indicar la
situación de enunciación de un hablante. Son ejemplos de deícticos algunos
pronombres personales, demostrativos, adverbios, verbos, etc.
Los
subjetivemas se expresan a través de ciertas frases y palabras, manifestando la
valoración que el hablante realiza durante su enunciación, respecto de ciertos
hechos u objetos del mundo, evaluación que puede ser positiva o negativa. Es así
que cuando el sujeto de la enunciación debe verbalizar un referente determinado,
al seleccionar las unidades léxicas que le posibilita el lenguaje, se enfrenta a
dos opciones: o bien producir un discurso objetivo o bien un discurso subjetivo,
en el que se asume explícita o implícitamente como fuente evaluativa de la
información.
A partir de los rasgos semánticos, afectivo y evaluativo, de los
elementos léxicos, se elabora una clasificación de subjetivemas: sustantivos
peyorativos y elogiosos; adjetivos evaluativos y afectivos; adverbios
modalizadores; verbos. En cuanto a los verbos, su análisis implica distinguir:
¿quién efectúa el juicio evaluativo?; ¿qué es lo que se evalúa?
En cuanto
a las modalidades, éstas se encuentran estrechamente relacionadas con las
estrategias enunciativas que provocan efectos de sentido. Se pueden distinguir
tres grandes clases: modalidades de la enunciación, del enunciado y del mensaje.
Las modalidades de la enunciación corresponden a una relación interpersonal,
social y exigen una relación entre los protagonistas de la comunicación. Cada
enunciado puede recibir solo una modalidad de la enunciación: interrogativa,
declarativa, imperativa o exclamativa. Las modalidades del enunciado
caracterizan la manera en que el hablante sitúa su enunciado en relación con la
verdad, la falsedad, la probabilidad, la certidumbre, la verosimilitud o en
relación con juicios apreciativos: lo feliz, lo triste, lo útil, etc. Las
primeras se denominan lógicas y las segundas apreciativas. Por último, las
modalidades del mensaje tienen que ver con un valor modalizador de ciertas
transformaciones sintácticas, como por ejemplo la transformación de un enunciado
en voz pasiva o la relación tema-rema.
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