miércoles, 29 de mayo de 2013

CLASES DE CONSULTA

Continúan desarrollándose las clases de consulta de Semiologia en la sede Montes de Oca los días LUNES de 17.00 a 19.00 en el AULA 15 a cargo de la prof. Pérez del Cerro

martes, 28 de mayo de 2013

Clases de hoy suspendidas

Por razones de salud más las condiciones climáticas que no protegen - las clases de hoy martes quedan suspendidas. Retomaremos la tarea el viernes con ENUNCIACION aspectos teóricos en Módulo (Maingueneau y Arnoux) y aspectos prácticos (Guía de estudio págs. 27-28-29  textos 8, 9  a,b,c,d , 10 a,b,c y 12 a,b,c,d)

Recuerden que SUBJETIVEMAS de Kerbrat figura en Guía de estudio (desde pág. 47) y "Enunciación y discurso" en pág. 42 hasta primera mitad de pág. 45)

domingo, 26 de mayo de 2013

Modalidades

Las MODALIDADES son FORMAS o MODOS de EXPRESAR un ENUNCIADO, es decir, REVELAN una INTENCIONALIDAD del ENUNCIADOR.

Este modo afecta al enunciado en su totalidad, e influye en la comprensión de un enunciado y por ello es un elemento constitutivo de la significación.

Se trata del proceso mediante el cual aparece la subjetividad del enunciador en la expresión de los enunciados. Resulta útil, a fin de observar este procedimiento discursivo, comprender la distinción entre

-DICTUM, entendimiento, o contenido de una representación (puesta en relación de un predicado
con un sujeto), y

-MODUS, voluntad/afectividad, o reacción del enunciador ante la representación (actitud tomada respecto de ese contendido).

Por ejemplo, en el enunciado Creo que el acusado es culpable, "el acusado es culpable" es el dictum. Que el enunciador crea eso que afirma el enunciado, es el modus.

POLIFONIA: el carácter no unitario del discurso


Las marcas polifonicas

Desde el punto de vista de la enunciación, el sujeto de la enunciación no solo produce su discurso, sino que además incorpora las voces de otros enunciadores.

El concepto de polifonía supone interacción de voces dentro de una secuencia discursiva, la situación de diálogo de toda producción verbal, la orientación hacia el otro, que aparece con mayor o menor grado de explicitación en el texto.

La polifonía se produce a partir de diferentes recursos de los cuales solo se describiran los más relevantes para esta primera indagación en la materia. Uno de los mencionados recursos es la ruptura de la isotopía estilística, es decir, la pertenencia de un discurso o lengua a un determinado lecto, estilo o género se quiebra por la irrupción de fragmentos que remiten a variedades distintas. Este procedimiento genera efectos de sentido diversos, los cuales dependerán del funcionamiento global del texto. Pero siempre el contraste patentizará a partir del juego connotativo, la aprehensión ideológica de una u otra variedad
.
Otro recurso polifónico es la transtextualidad, que se define como todo aquello que relaciona, manifiestamente o no, a un texto con otro. Se reconocen varios tipos, entre los cuales aquí interesa presentar, por un lado, la intertextualidad, la cual se entiende como relación de co-presencia entre dos o más textos. Sus formas más comunes son la cita, el plagio y la alusión. Se entiende por plagio un préstamo no declarado, pero literal, y por alusión, cuando para comprender plenamente un enunciado, se necesita de la identificación de la relación con el otro. Y por el otro, es importante también la hipertextualidad, es decir, la relación de un texto con otro anterior, del cual deriva por transformación o por imitación. La imitación es una transformación compleja e indirecta, que exige la constitución previa de un modelo de competencia genérica, capaz de engendrar un número indefinido de realizaciones miméticas. La imitación requiere de un dominio, al menos parcial, de lo que se desea imitar.

para pensar deícticos (con humor)

http://www.youtube.com/watch?v=wbqNyyVR4-Y


martes, 21 de mayo de 2013

Para pensar ENUNCIACION



LA LENGUA CHEROKEE
La lengua cherokee distingue entre "tú y yo", "otra persona y yo", "algunas personas y yo" y "tú, una o más personas y yo". En castellano todas estas categorías se expresan mediante el pronombre "nosotros".


UBUNTU 

Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas. 
Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio. 
Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: UBUNTU, ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?
UBUNTU, en la cultura Xhosa significa: "Yo soy porque nosotros somos."

Teoria de la ENUNCIACION


Las huellas lingüísticas de la enunciación en el enunciado

La problemática de la enunciación se aboca a la búsqueda de los procedimientos lingüísticos con los cuales el locutor imprime su marca al enunciado, cómo se inscribe en él, implícita o explícitamente, y se sitúa en relación a su enunciado.

Estas marcas o huellas son, por una parte frases, palabras, o entonaciones particulares (entre otros indicios) que permiten analizar en un enunciado cómo el locutor selecciona, destaca, u omite entidades de la situación comunicativa, denominadas DEÍCTICOS. Por otra parte, también son marcas para ser interpretadas las valoraciones que el locutor hace del mundo, denominadas SUBJETIVEMAS, o también las valoraciones que destine a su propio discurso, afirmaciones, dudas, certidumbres, etc, designadas como MODALIDADES.

Un deíctico es una frase o una palabra, capaz de indicar la situación de enunciación de un hablante. Son ejemplos de deícticos algunos pronombres personales, demostrativos, adverbios, verbos, etc.

Los subjetivemas se expresan a través de ciertas frases y palabras, manifestando la valoración que el hablante realiza durante su enunciación, respecto de ciertos hechos u objetos del mundo, evaluación que puede ser positiva o negativa. Es así que cuando el sujeto de la enunciación debe verbalizar un referente determinado, al seleccionar las unidades léxicas que le posibilita el lenguaje, se enfrenta a dos opciones: o bien producir un discurso objetivo o bien un discurso subjetivo, en el que se asume explícita o implícitamente como fuente evaluativa de la información.

A partir de los rasgos semánticos, afectivo y evaluativo, de los elementos léxicos, se elabora una clasificación de subjetivemas: sustantivos peyorativos y elogiosos; adjetivos evaluativos y afectivos; adverbios modalizadores; verbos. En cuanto a los verbos, su análisis implica distinguir: ¿quién efectúa el juicio evaluativo?; ¿qué es lo que se evalúa?

En cuanto a las modalidades, éstas se encuentran estrechamente relacionadas con las estrategias enunciativas que provocan efectos de sentido. Se pueden distinguir tres grandes clases: modalidades de la enunciación, del enunciado y del mensaje. Las modalidades de la enunciación corresponden a una relación interpersonal, social y exigen una relación entre los protagonistas de la comunicación.

Cada enunciado puede recibir solo una modalidad de la enunciación: interrogativa, declarativa, imperativa o exclamativa. Las modalidades del enunciado caracterizan la manera en que el hablante sitúa su enunciado en relación con la verdad, la falsedad, la probabilidad, la certidumbre, la verosimilitud o en relación con juicios apreciativos: lo feliz, lo triste, lo útil, etc. Las primeras se denominan lógicas y las segundas apreciativas. Por último, las modalidades del mensaje tienen que ver con un valor modalizador de ciertas transformaciones sintácticas, como por ejemplo la transformación de un enunciado en voz pasiva o la relación tema-rema.

lunes, 20 de mayo de 2013

INFORMACION IMPORTANTE: exámenes recuperatorios

debido a las nuevas disposiciones reglamentarias en relación a exámenes resuperatorios, queda sin efecto la fecha informada anteriormente. Los recuperatorios por ausencia y aplazo se realizarán en las comisiones 14.310 y 14.311, día a confirmar, después del segundo parcial.

sábado, 18 de mayo de 2013

Enunciación: el uso de deícticos


enunciación: uso de pronombres


ENUNCIACION


ENUNCIACION

La producción lingüística puede considerarse como un acto en cuyo transcurso las frases se actualizan asumidas por un locutor particular, en circunstancias espaciales y temporales precisas. No se entiende por enunciación el fenómeno físico de la emisión o la recepción del habla sino a los elementos que pertenecen al código de la lengua y cuyo sentido, sin embargo, depende de factores que varían de unaenunciación a otra, por ejemplo el uso de las palabras "yo", "usted", "aquí", "ahora", etc. Lo que la lingüística retiene es la huella delproceso de enunciación en el enunciado. "Yo" designa a la persona que habla en este momento, en este lugar.

Los primeros elementos constitutivos de un proceso de enunciación son: 
el locutor, el que enuncia; y
 el alocutario, aquel a quien se dirige el enunciado. 

Ambos se denominan indiferentemente interlocutores. A partir de aquí se puede concebir a la organización de las formas lingüísticas indiciales de dos maneras, según se tomen como base categorías gramaticales (como los pronombres personales, demostrativos, tiempos verbales) o semánticas (como las indicaciones de tiempo y lugar o las modalidades).

La enunciación siempre está presente de una manera u otra en el interior de un enunciado; las diferentes formas de esta presencia, así como los grados de su intensidad, permiten crear una tipología de los discursos como el de un discurso centrado en el locutor (autobiografía, relato de un paciente) a un discurso organizado en torno al alocutario (publicidad, política).

(adaptado de Ducrot y Todorov “Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje”)

viernes, 17 de mayo de 2013

calendario académico


calendario académico

Segundo parcial: viernes 14 de junio a las 17.00 hs. y 19.00 hs. según comisión

Examen recuperatorio: jueves 27 de junio (a las 9.00 hs. o a las 18.00 hs).
Para los estudiantes ausentes en 1er. o 2do. parcial y los que hayan sacado al menos 4 puntos en el 1er. parcial y aplazo en el 2do. parcial o viceversa: aplazo en el 1er. parcial y al menos 4 puntos en el segundo parcial.

Examen final: sábado 20 de julio en Ciudad Universitaria, pabellón III a las 9.00 hs. aula 316, subsuelo.

Calificaciones del primer parcial de la comisión 14311


PRIMER PARCIAL
COMISION 14.311

ALBARRACIN   1
BECERRA MAIDANA    7,5
BLOISE MORENO   6
BRAJUS   7
BUSTOS    5
CANTEROS   9
CASCO   4
CERNECA   6
CORRADI   8
CORTES ESPINOZA   8,5
DEMARIA   4
DIAZ ROZNICKAS   7
DRAGICEVICH   6
ENCISO   2
ESCALANTE   2
ETCHEVERRY   8
FIGUEROA   7
FREIJO   6
GOMEZ   5
GONZALEZ   7
GONZALEZ TENCAIOLI   8
GRACIA   7
IBARRA   9
IMPALA JACOMY   8,5
JANCO QUISPE   3
LEITES   6 (ver nota abajo)
LIENDRO   5
LOPEZ BRUCH   3
MAIDA   5
MARTINEZ ROSSI/RANI   2
ORTEGA   7
PAZ   2
PUPIALES   JIMENEZ 6
REYES  6
RIVERO   7
RODRIGUEZ   FACUNDO 6
RODRIGUEZ AYESHA   7
ROMERO   5,5
SARDA   7
SOTO MENDEZ   5
TASSARA   6
TERAMO   7
VALSECCHI   6
ZIO   3

NOTA: LEITES no figura en listado de alumnos. Averiguar en oficina correspondiente para poder pasar la nota a las actas.

jueves, 16 de mayo de 2013

COMUNICACION DE MASAS (a propósito de HALL)


COMUNICACION MASIVA

Comunicación de naturaleza social e industrial de los medios entendidos comúnmente como periódicos, revistas, cine, televisión, radio y aviso publicitarios, así como libros de ficción o no ficción de temáticas generales y populares, y música industrial de géneros como el pop, principalmente.
Puede definirse a este término como la práctica y el producto destinados a suministrar entretenimiento para el ocio e información a una audiencia desconocida, a través de una alta tecnología financiada por corporaciones, producida industrialmente y regulada de modo diverso por el Estado; estos entretenimientos e informaciones constituyen mercancías que se consumen privadamente por medio de los medios de prensa, pantallas, audio y emisiones abiertas.

(adaptado de O´Sullivan, T.; Hartley, J. y otros. “Conceptos clave en comunicación y estudios culturales”. Buenos Aires, Amorrortu eds.)

martes, 14 de mayo de 2013

para pensar HALL

así es y así lo cuentan...

para pensar HALL (2)


acerca de Stuart HALL


Stuart HALL

Nace el 3 de febrero de 1932 en Kingston, Jamaica. Teórico de los estudios culturales y sociólogo. En 1968 se convierte en director del Centro Contemporáneo de Estudios Culturales y permanece hasta 1979. Es considerado uno de los más importantes difusores de los estudios culturales. En 1979 se convirtió en profesor de sociología en la Open University. En 1997 se retiró de dicha universidad.

Modifica la orientación de los estudios culturales de una visión humanista inspirada en estudios literarios, al paradigma estructuralista inspirado en el psicoanálisis y la teoría marxista.

Una de las influencias teóricas más relevantes para Hall fue la del filósofo francés Louis Althusser; principalmente por su estudio sobre los Aparatos Ideológicos del Estado.
Este sociólogo concibe a la cultura como un elemento que promueve la dominación y la resistencia. Define a la cultura como los significados y los valores que emergen entre grupos y clases sociales diferenciados, sobre la base de sus condiciones y relaciones históricas dadas, a través de las cuales "manejan" y responden a las condiciones de existencia. La cultura entendida como entretejido con todas las prácticas sociales (forma común de actividad humana).

Propone un modelo de codificación-decodificación del discurso mediático: el texto mediático se encuentra a medio camino entre sus productores (codificador del significado) y el público (decodificador del significado) según una situación social y marco de interpretación completamente diferentes.

Ideología emitida versus ideología recibida (quienes por elección o empujados por las circunstancias interpretan de otra manera los mensajes). El receptor se convierte en consumidor y productor de su propia cultura, deja de ser sólo un ente pasivo y comienza a actuar con su medio.

Hall plantea una teoría de las representaciones: las representaciones sirven como conexión entre significados y lenguaje con la cultura. Según este autor, representación se define como "usar el lenguaje para decir algo con significado o representar el mundo de una manera significativa para otras personas". Es la producción de significados que se da por medio del lenguaje.

Hall ha realizado diversos estudios sobre la influencia de los medios de comunicación en problemas sociales como las crisis de seguridad. Sus trabajos y estudios, que muestran el vínculo entre prejuicio racial y los medios han sido de mucha importancia para fundar nuevos caminos de los estudios culturales contemporáneos.



para pensar HALL


así es y así lo cuentan...

Acerca del texto de HALL


PROCESO DE INTERCAMBIO COMUNICATIVO
Articulación de diferentes prácticas sociales conectadas entre sí


CODIFICACION    MENSAJE    DECODIFICACION

Productos
Formas discursivas
Pasaje de formas:
producción-circulación-distribución-------consumo-reproducción

estruct. significativas 1(codif.) estruct. significativas 2 (decodif.)

códigos (codif.) códigos (decodif.)

gramáticas(codif.) gramáticas (decodif.)

reglas discursivas(codif.) reglas discursivas (decodif.)

estructuras de entendimiento (codif.) estructuras de entendimiento (decodif.)

relaciones de producción (codif.) relaciones de producción (decodif.)

infraestructura técnica (codif.) infraestructura técnica (decodif.)



Toda sociedad clasifica al mundo a través de su lengua, lo que constituye un orden cultural dominante, no determinante. Existen una serie de dominios discursivos que se encuentran jerárquicamente organizados, es decir, una estructura de discursos dominantes conformados por un conjunto de creencias, prácticas y significados que establecen límites, pautas y restricciones para la decodificación, es por ello que intentarán guiar la interpretación y decodificación de los mensajes.

Acerca del Modelo de KERBRAT-ORECCHIONI


Reformulación del modelo de Jakobson según Kerbrat

Sobre este modelo la lingüista francesa Catherine Kerbrat-Orecchioni ha realizado una reformulación con el propósito de interpretar la complejidad del hecho comunicativo. Esta reformulación no se relaciona específicamente con las funciones del lenguaje en la comunicación, sino con los factores del circuito, produciendo una nueva perspectiva para comprender cómo se construyen y se interpretan las comunicaciones verbales presenciales y no presenciales, las comunicaciones escritas y las sostenidas por soportes eléctricos y electrónicos.

Para ello analiza críticamente la noción de código que plantea el lingüista ruso. Según ella, es inexacto que los dos participantes de la comunicación, aun si pertenecen a la misma comunidad lingüística, hablen exactamente la misma lengua, y que sus competencias se identifiquen con el castellano de todo locutor o alocutario. Con esto quiere significar que la comunicación no se funda sobre un código único compartido por ambos participantes de la comunicación, sino que cada participante posee su propio idiolecto, que puede ser o no compatible con otro. De este concepto se derivan: cronolecto, la lengua utilizada por las diferentes edades: infantes, adolescentes, y adultos. Sociolecto, que depende del grado de escolaridad. Dialecto, que se relaciona con las diferentes lenguas regionales: castellano rioplatense urbano porteño, castellano rioplatense urbano cordobés, o castellano rioplatense rural, son algunos de los ejemplos. Kerbrat plantea que el código no es absolutamente externo al sujeto, sino que éste lo construye a partir de todas sus competencias, es decir del conjunto de todas sus posibilidades lingüisticas, para codificar y decodificar mensajes. Esto significa que el individuo va adquiriendo la lengua, a medida que va aprendiendo nuevos conceptos, y ampliando así, su repertorio lingüístico.

También resulta necesario entender el concepto de “competencias”, que poseen tanto el emisor como el receptor: aquellos saberes y conocimientos en relación al instrumento comunicativo, a diversos temas y objetos de discurso. Es decir, son diferencias que existen entre los participantes de una comunicación respecto de la adquisición de bienes simbólicos y culturales. Las dificultades y facilidades ante distintas circunstancias se deben a las competencias que se poseen de modo suficiente, fragmentario o nulo. La adquisición de competencias por parte de los hablantes es permanente y se lleva a cabo de diferentes modos, y tienen que ver con:

-hábitos y comportamientos,
-experiencias propias y ajenas,
-relaciones sociales, grupales, etc.

Por ejemplo: el código de la lengua es potencialmente común a todos los hablantes, pero algunos lo utilizan más adecuadamente que otros, según la situación en que se encuentren y por las que hayan atravesado, ya que el lenguaje se aprende en situación, es decir, bajo condicionamientos o restricciones que impone la misma práctica. Esto significa que no todos los sujetos poseen el mismo conocimiento de la lengua ni la misma experiencia, ni tampoco la utilizan de la misma manera, ni hablan o interpretan del mismo modo. Es decir, algunos poseen mayor o menor conocimiento que otros para la codificación y la decodificación de los mensajes.

Componentes del nuevo esquema

-Las competencias lingüísticas son los conocimientos de la gramática de la lengua, es decir, sobre la correcta formación de enunciados de la lengua. La competencia comunicativa incluye a la anterior y la pone en circulación junto con otros saberes o conocimientos de una misma comunidad linguística.

-Competencias no linguísticas en la comunicación, es decir, las paralinguísticas: el lenguaje que no utiliza solamente palabras sino gestos, miradas, mímica, etc., que inciden en la codificación de los mensajes.

-Competencias cultural e ideológica. La primera reúne los conocimientos que se poseen en relación con el mundo, es decir, las facilidades o dificultades para interpretar el universo simbólico. En la competencia ideológica, además del universo simbólico, se llevan a cabo una serie de procedimientos que permiten la interpretación y la evaluación de dichos objetos: al conjunto de actitudes interpretativas y evaluativas.

-Determinaciones “psi”. Las competencias anteriores están atravesadas por un conjunto de determinaciones individuales de las que tampoco el hablante es completamente conciente, y que pueden alterar en diferentes sentidos los mensajes y la interacción comunicativa. Se trata de las determinaciones “psi”: componentes psicológicos, psicoanalíticos y/o psiquiátricos. No es una competencia que el participante adquiere, sino una determinación a la que se está sujeto.

-Restricciones del universo del discurso. Para comprender el modelo con las competencias es necesario referirse a las restricciones del universo del discurso, que operan como filtros en el discurso, en el sentido de que limitan lo que puede y debe ser dicho según la situación de inscripción de los enunciados. Es posible hablar de restricciones de género discursivo (Bajtín), es decir de tema, estilo, léxico o de tipologías discursivas; que actúan como filtros. En términos generales, los tipos de textos son componentes del género y del discurso, como la conversación o la argumentación. El relato por ejemplo, pertenece a la novela y a la crónica periodística; se trata de una dimensión textual o lingüística relacionada con la competencia lingüística.

Los tipos de discurso son los géneros discursivos que pueden estar compuestos por tipos de textos en común. Ellos engloban géneros: el discurso periodístico está compuesto por la crónica, el editorial, la entrevista, la nota de opinión. El discurso literario, por la novela, el cuento, la poesía, el teatro o el ensayo. El universo de discurso constituye una dimensión institucional o social, relacionada con las competencias culturales e ideológicas.

Estos son, en breve síntesis, los componentes para formalizar los modelos de producción y de interpretación de los mensajes. Se trata entonces, de un esquema que reformula Kerbrat-Orecchioni del de Jakobson, en el que estos modelos hacen funcionar la codificación y decodificación de los mensajes bajo las leyes que regulan las diversas competencias.

domingo, 12 de mayo de 2013

Kerbrat. sobre el esquema de la comunicación de Jakobson


El modelo de las funciones del lenguaje de Jakobson

A partir de su modelo, Jakobson elabora el circuito de la comunicación verbal que, desde su perspectiva, consta de seis factores. Un “destinador” que emite un “mensaje” que recibe un “destinatario”. El mensaje debe referirse a algo, es decir, para que un mensaje se comprenda se requiere de un “contexto”: aquello de lo cual se habla. Este término no debe confundirse con la acepción de entorno físico o circunstancia que rodea a la situación comunicativa.

Otro factor del circuito es el “código” que, por su parte, asegura la comunicación en cuanto es común tanto para destinador como para destinatario, es una lengua compartida para que ambos puedan comprenderse. Por último, el factor “contacto” que es el canal o medio físico por el cual transita el mensaje pero es, además, una conexión psíquica que se produce entre el destinador y el destinatario.

A partir de su modelo del circuito de comunicación verbal, Jakobson advierte que las funciones que cumple el lenguaje en la comunicación permite constatar que:
- cada factor determina una función;
- ninguna función se expresa en estado “puro”;
- existe un orden jerárquico o de dominancia entre las diversas funciones que intervienen en una comunicación.

Las relaciones comunicación-lenguaje

Cuando la comunicación se encuentra orientada hacia el destinador o emisor se produce la función emotiva del lenguaje, siendo marcas de ella: la primera persona (yo, nosotros, mi, nuestro) las interjecciones y la abundancia de adjetivos. Esta función también es conocida como expresiva.

Cuando la comunicación está orientada hacia el contexto se despliega la función referencial. Son marcas de ella la tercera persona y la preeminencia de sustantivos (ella, el, ellas, ellos). Esta función también se denomina informativa.

Cuando la comunicación se orienta hacia el destinatario se produce una función conativa. Son marcas de ella la segunda persona y la marcada importancia de los verbos (vos, usted, ustedes). Esta función también es conocida como apelativa.

Cuando la comunicación está orientada hacia el canal contacto se produce la función fática, que tiene como objeto comprobar si el canal funciona correctamente.

Cuando la comunicación se orienta hacia el código se produce la función metalingüística, es decir, se habla del código mismo.

Cuando la comunicación se encuentra orientada hacia el mensaje se produce la función poética, es decir, el mensaje mismo es puesto de relieve.

COMUNICACION

De una manera general, existen dos variedades de definición del término COMUNICACION: 

Según la primera, la comunicación es un proceso en virtud del cual A envía un mensaje a B, que provoca en éste un efecto. A esta variedad se la puede ejemplificar con los modelos clásicos de Saussure y Jakobson. 

La segunda definición ve en ella una negociación y un intercambio de sentido, donde mensajes, sujetos pertenecientes a una cultura y “realidad” interactúan para que se produzca un sentido o un entendimiento. A esta variedad le corresponden los modelos de Kerbrat y de Hall, así como la propuesta de Bajtín. Esta definición pone el acento en los nexos entre elementos constitutivos necesarios para que se produzca un sentido.
 
Estos elementos entran en tres grupos principales:
1) el texto, sus signos y sus códigos.
2) los sujetos que “interpretan” el texto, la experiencia cultural y social que los ha formado y ha formado los signos y códigos que ellos emplean
3) la conciencia de una “realidad externa” a la que se refieren tanto el texto como los que lo reciben.

sábado, 11 de mayo de 2013

¿QUIEN FUE PIERRE BOURDIEU?



Nacido en Denguin, en un hogar pobre de una aldea de los Pirineos al sur de Francia en 1930, Pierre Bourdieu falleció a la edad de 71 años en un hospital de París en 2002 víctima del cáncer, mientras seguía corrigiendo los trabajos de sus colaboradores. Estudiante de Letras, profesor en Argel, París, Lille y Princeton, ocupó el puesto de Profesor Titular de la cátedra de sociología en el Colegio de Francia desde 1981 hasta el momento de su muerte y fue director del Centro de Sociología Europea. Dirigió las revistas Actes de la recherche en sciences sociales, Liber(que priorizó la representatividad política y cultural de autores de muchas lenguas y tradiciones interesados en repensar los colapsos de sus naciones) y Raisons d´agir (razones para actuar), esta última fundada con el propósito de “destruir la frontera entre trabajo científico y militantismo, rehabilitando la polémica”. No hay democracia efectiva sin un contrapoder crítico, afirmaba, convencido de la necesidad de disolver la división entre la objetividad del investigador científico y la convicción subjetiva del militante político.



Fue constante su análisis sobre el mundo al que pertenecía, el campo intelectual: “los intelectuales suelen reservar sus conocimientos para escribir papers que leen veinte personas. Hay que liberar la energía crítica que está encerrada en las torres de marfil. Muchos de los temas investigados son producidos por las propias instituciones que financian las investigaciones. Y el poder no paga por estudiar el poder, sino para mejorar los efectos de dominación. En vez de estudiar problemas impuestos, habría que crear un campo de conocimiento autónomo”. Bourdieu sostenía que ser un intelectual crítico significaba ser capaz de someter los propios enunciados a pruebas de legitimidad, es decir, colocar el saber construido también como un objeto de conocimiento. Bajo el título Los intelectuales y el poder (1991) colocó a los pensadores en el mismo “cajón” que a la clase dominante, donde insistió en su idea de que los intelectuales que se resignaban a la ideología del neoliberalismo reforzaban la idea de que el conocimiento y el saber pertenecen exclusivamente a una elite. Su preocupación por lo que observó como una pérdida del mundo intelectual frente a los medios de comunicación de masas y ante las variadas formas que adquieres el poder económico internacional y sus distintas implementaciones políticas locales, lo llevó a proponer la creación de una “internacional intelectual” donde participaron activamente numerosas personalidades de la cultura. 



Entre sus muchas preocupaciones se destacó la de analizar la desigualdad y la distinción de clases sociales. Ya desde su trabajo de campo sobre la urbanización en Argelia en 1958, Bourdieu se había comprometido a revelar los modos subyacentes de dominación de clases en las sociedades capitalistas, tal como aparecen en los más diversos ámbitos sociales (la educación y el arte, entre otros). Planteaba que “los efectos de dominación simbólica son muy difíciles de resistir. Son fenómenos cuasi religiosos que atraviesan el inconciente, la forma de presentar el cuerpo y la propia imagen que se tiene de sí mismo”. En la década del ´60 participó en el agitado clima intelectual de la época con una serie de trabajos que abarcaron los temas de la cultura, el arte, la política, la educación y el lenguaje, entre otros. Con su trabajo Los herederos, publicado en 1964 junto con Passeron, presentó un análisis sobre el medio estudiantil que formulaba una crítica fundamental a la enseñanza superior francesa, convirtiéndose por ello en una de las referencias de las revueltas de mayo de 1968.

Sus investigaciones finales, interrumpidas por su muerte, estuvieron abocadas al estudio de la estructura social de la economía, algo que produjo la radicalización de sus posiciones políticas, comprometiéndose cada vez más con las víctimas del neoliberalismo, al que entendía como un programa de destrucción metódica de los colectivos. En 1998 publicó en el periódico Le Monde el manifiesto “Por una izquierda a la izquierda de los izquierdistas”, en el que acusó al gobierno izquierdista de llevar a cabo una política derechista. “Los movimientos sociales deben presionar a Estados y gobiernos y garantizar el control de los mercados financieros y la distribución justa de la riqueza de las naciones”, advertía. El autor de “La miseria del mundo” (una recopilación de testimonios de obreros, profesores, periodistas, policías, trabajadores temporarios y jóvenes habitantes de los suburbios pobres) preocupado por las desigualdades crecientes, afirmaba con énfasis: “si sé que ocurrirá una catástrofe y no lo aviso, estoy cometiendo algo parecido al delito de no asistir a una persona en peligro. A veces temo que la gente se despierte cuando sea demasiado tarde”.


Reflexionando sobre su trayectoria, en sus últimos tramos de trabajo afirmó: “cuanto más envejezco, más me siento empujado hacia el crimen. Transgredo líneas que antes me había prohibido transgredir”, refiriéndose a sus compromisos intelectuales. El sociólogo francés estaba reconociendo que durante años había sido “víctima de ese moralismo de la neutralidad, del no implicarse, de la no-intervención del científico, como si se pudiese hablar del mundo social sin ejercer la política”. Bourdieu la ejerció en las aulas, en los libros y hablando ante los auditorios más diversos: huelguistas, personas sin domicilio fijo, cárceles, hospitales, campesinos. Sus ataques contra los sistemas sociales desestructuradores y la globalización no admitieron concesión alguna: “el fatalismo de las leyes económicas esconde en realidad una política. Pero se trata de una política paradójica porque apunta a despolitizar: es una política que, liberándolas de todo control, apunta a darles a las fuerzas económicas un poder fatal. Al mismo tiempo, esa política busca obtener la sumisión de los gobiernos y de los ciudadanos a las fuerzas económicas y sociales liberadas mediante ese método”. Pesimista pero al mismo tiempo comprometido, llevó tempranamente a cabo un modelo de pensamiento y acción destinado a “objetivar” el desarraigo y la soledad social a las cuales las leyes del mercado arrojarían a millones de individuos, como sigue sucediendo hasta hoy. “Para cambiar el mundo–afirmó en una conferencia en 1986- es necesario cambiar las maneras de hacer el mundo, es decir, la visión del mundo y las operaciones prácticas por la cuales los grupos son producidos y reproducidos”.


Entre su profusa obra –alrededor de 25 libros publicados- pueden consultarse sus obras disponibles en castellano, relacionadas a la unidad III del Programa de Estudios: La distinción (Taurus, 1988); El oficio del sociólogo (siglo XXI, 1987); Razones prácticas (Anagrama, 1991), La reproducción; Capital cultural, escuela y espacio social (siglo XXI, 1997); Los herederos. Los estudiantes y la cultura (siglo XXI, 2003); El sentido práctico (Taurus, 1991); Cosas dichas (Gedisa, 1988)de la que se sugiere especialmente su conferencia Lectura, lectores, letrados, literatura ; Las reglas del arte (Anagrama, 1995), Sociología y cultura (Grijalbo, 1990) de la que se sugiere especialmente su conferencia El mercado linguístico ;Creencia artística y bienes simbólicos (aurelia rivera, 2003); Intelectuales, política y poder (EUDEBA, 1999); Sobre la televisión (Anagrama,1997) y ¿Qué significa hablar? (Akal, 1985).

Oscar Amaya

BAJTIN / Géneros discursivos: un ejemplo


Géneros discursivos secundarios o complejos

CLASIFICACION DE TEXTOS
Entre las muchas clasificaciones existentes, se pueden distinguir diferentes tipos de textos según qué prácticas discursivas se llevan a cabo.

Este criterio permite distinguir, por ejemplo, entre una orden militar, un anuncio publicitario, una conversación telefónica, o un sermón en la iglesia. De acuerdo con este criterio, una clasificación convencional de los textos puede ser la siguiente:

• Textos científicos: son los que producen en el contexto de la comunidad científica, con la intención de presentar o demostrar los avances producidos por la investigación. Géneros típicos de este tipo son: la Tesis doctoral, la Memoria de Licenciatura, el Artículo científico o la Monografía científica. También son textos científicos, aunque de transmisión oral, la Conferencia, la Ponencia o la Comunicación (tipo de texto)

• Textos administrativos: son aquellos que se producen como medio de comunicación entre el individuo y determinada institución, o entre instituciones, o entre las instituciones y los individuos. Se trata de textos altamente formalizados, con estructuras rígidas y que frecuentemente tienen una enunciado función performativa. Géneros administrativos típicos son: el certificado, el saludo, la instancia o el boletín oficial.

• Textos jurídicos: son los textos producidos en el proceso de administración de justicia. Aunque son un subtipo de los textos administrativos, por su importancia y sus peculiaridades los textos jurídicos suelen considerarse y estudiarse como un grupo independiente. Ejemplos de textos jurídicos son: la sentencia, el recurso o la ley.

• Textos periodísticos: todos los textos susceptibles de aparecer en el contexto de la comunicación periodística. Suelen subdividirse en "géneros informativos" (que tienen por función transmitir una determinada información al lector) y "géneros de opinión" (que valoran, comentan y enjuician las informaciones desde el punto de vista del periodista o de la publicación). Entre los primeros, los fundamentales son la noticia y el reportaje; entre los segundos, el editorial, el artículo de opinión, la crítica o la columna.

• Textos humanísticos: aunque se trata de un tipo de texto difícilmente definible, se clasifica como "textos humanísticos" a aquellos que tratan algún aspecto de las ciencias humanas: Psicología, Sociología, Antropología, etc. desde el punto de vista propio del autor, sin el nivel de formalización de los textos científicos. El género típico de este tipo es el ensayo.

• Textos literarios: son todos aquellos en los que se manifiesta la función poética, ya sea como elemento fundamental (como en la poesía) o secundario (como en determinados textos históricos o didácticos). Son géneros literarios: la poesía, la novela, el cuento o relato, el teatro y el ensayo literario (incluidos los mitos). Se clasifican en: narrativo, líricos, y dramáticos.

• Textos publicitarios: es un tipo de texto especial, cuya función es convencer al lector acerca de las cualidades de un artículo de consumo, e incitarlo al consumo de dicho artículo. Esta necesidad de atraer la atención del lector hace que el texto publicitario emplee generalmente recursos como la combinación de palabra e imagen, los juegos de palabras, los eslóganes o las tipografía llamativas. El género publicitario fundamental es el anuncio.

• Textos digitales: textos cuya aparición ha sido provocada por las nuevas tecnologías, dando lugar a textos inexistentes en el mundo analógico y que presentan sus propias características. Algunos ejemplos de estos tipos de texto son: los blogs, los SMS, los chat, las páginas web, los tweets, los microbloggings, etc.

viernes, 10 de mayo de 2013

Acerca de la obra de Pierre BOURDIEU


Este autor caracteriza al lenguaje como instrumento de acción poder, explicitando la falacia de considerarla como constituida por palabras neutras u objetivas. El lenguaje no es “inocente” en la medida en que produce el reconocimiento de las autoridades legítimas al favorecer el desconocimiento de la arbitrariedad en que se sustentan. Según este autor, los dominados no podrán constituirse como grupo para movilizarse y movilizar las energías que potencialmente poseen, si no son capaces de poner en cuestión las categorías de percepción del orden social existente. El lenguaje es, en este sentido, expansión del orden que pretende la sumisión frente a las desigualdades sociales existentes.

La mirada de Bourdieu sobre la cultura se constituye como una teoría del poder simbólico, es por ello que los símbolos son caracterizados como instrumentos de conocimiento y comunicación que hacen posible el consenso sobre el sentido del mundo, promoviendo la integración social. Por consiguiente, plantea que no hay relaciones de comunicación o conocimiento que no sean inseparablemente, relaciones de poder. “El poder simbólico es un poder de hacer cosas con palabras”, afirma. En el tópico específico del lenguaje, se propone analizarlo como un conjunto de modos de distribución y producción simbólica de lugares sociales. El lenguaje es pensado por este autor como una de las formas en que se constituye el saber, a través del vínculo entre lo material y lo simbólico, tanto en prácticas como en discursos. Es por ello que lo concibe como instrumento de acción y de poder más que un objeto del intelecto.

En tanto que a la comunicación, la caracteriza no como un espacio de libre intercambio, sino con condiciones de instauración por parte de los hablantes que detentan un determinado poder en situaciones específicas de intercambio simbólico, es decir, relaciones de fuerza simbólica. Los productores y los productos lingüísticos no son iguales, afirma, sino que están determinados por la existencia de privilegios de ciertos hablantes con respecto a otros: la posición que detenten en la estructura social. Las situaciones lingüísticas producen efectos de dominación, es decir, relaciones e interacciones entre los hablantes conformes a las leyes objetivas del mercado lingüístico.

La estructura del campo lingüístico debe pensarse como un conjunto de transacciones, que constituyen una expresión particular de la estructura de relación de fuerzas entre los grupos que poseen diferentes competencias, que en situación de pugna se tornan una forma de capital simbólico. En palabras de Bourdieu: “una lengua vale lo que valen los que la hablan”. Es por ello que se aparta de la lingüística estructural (Saussure) y la de corte chomskyano, ya que a su entender excluyen toda investigación que relacione la lengua con la etnología, la historia política de los hablantes e incluso la geografía del ámbito en que la lengua se habla, dimensiones consideradas centrales para Bourdieu. En efecto, son las condiciones sociales de producción, reproducción y de utilización de los enunciados de la lengua el objeto de estudio para él.

El lenguaje entonces, es abordado para su análisis como una praxis,que se realiza a través del habla, que despliega estrategias discursivas que se refieren al dominio de sus condiciones de utilización, que permiten producir discursos adecuados a situaciones sociales determinadas. Para este sociólogo, el signo sólo tiene existencia dentro del modo de producción lingüístico concreto. Las transacciones lingüísticas particulares dependen de la estructura del campo lingüístico, expresión de cómo se estructuran las relaciones de fuerza entre los grupos que poseen diversos capitales de autoridad, que no pueden ser reducidos a las meras competencias lingüísticas.

“Una ciencia del discurso –afirma Bourdieu- debe establecer las leyes que determinan quién puede (de hecho y de derecho) hablar, a quién y cómo, es decir, determinar las condiciones de instauración de la comunicación”. También “debe determinar el contexto social en el cual la comunicación se instaura, y en particular, la estructura del grupo en el cual se lleva a cabo. Debe tener en cuenta no sólo las relaciones de fuerza simbólica que se establecen en el grupo, sino las leyes mismas de producción del grupo que hacen que algunas categorías estén ausentes. Estas condiciones ocultas son determinantes para comprender lo que puede decirse y lo que no puede decirse en un grupo”.

Este contexto social es denominado por Bourdieu mercado lingüístico, es decir, una “situación social determinada más o menos oficial y ritualizada” donde un hablante “produce un discurso dirigido a receptores capaces de evaluarlo, apreciarlo y darle un precio”. Así, este mercado posee “leyes de determinación de los precios que hacen que todos los productores de productos lingüísticos, de hablas, no sean iguales”. Las relaciones de fuerza que lo dominan (que trascienden la situación y son irreductibles a las relaciones de interacción) “provocan que ciertos productores y productos tengan un privilegio de entrada”.

En la siguiente tabla, se presenta la operatoria de sustitución de conceptos propuesta por BOURDIEU, que implica el pasaje de una concepción lingüística a otra sociológica respecto del análisis del lenguaje:


 concepción lingüística                   teoría del 
                                                            poder 
                                                            simbólico


lengua
lengua legítima
locutor
locutor legítimo
comunicación
relaciones de fuerza simbólica
Interacción simbólica
transacción de bienes simbólicos
sentido de los enunciados
valor y poder del discurso
competencia lingüística
capital simbólico
situación o contexto
mercado lingüístico
gramaticalidad
Aceptabilidad


Es por ello que este autor sostiene que una ciencia del lenguaje debe tener como objeto de estudio “el análisis de las condiciones de producción de un discurso no sólo gramatical, no sólo adaptado a la situación, sino también y sobre todo aceptable, recibible, creíble, eficaz o simplemente escuchado, en un estado dado de las relaciones de producción y circulación” de los discursos.

Oscar Amaya

sábado, 4 de mayo de 2013


Para quienes les interese saber de la vida de Mijail Bajtin y el contexto adverso en que produjo su obra.  


Mijaíl Bajtín: el pensamiento bajo sospecha

 Sylvia Iparraguirre

Cualquiera que mire un mapa de la costa norte de Rusia, sobre el Mar Artico, donde la tradición griega situaba el país de los hiperbóreos, puede imaginar que las heladas islas Solovetsky no ofrecen un paisaje seductor. Mucho menos si lo que allí esperan son los muros del campo de prisioneros de Solovki, uno de los destinos más duros del régimen stalinista para desterrados políticos. En enero de 1929, Mijail Bajtín fue arrestado y condenado a diez años de prisión en ese campo.

Los diversos cargos recibieron el rótulo general de "actividades antigubernamentales" y, en concreto, fueron: reunirse con un grupo de estudios filosófico-religiosos; aparecer, en París, en una supuesta lista de miembros de un futuro gobierno antistalinista; y, por último, más socráticamente, "corromper a la juventud".

Cinco meses después, su osteomielitis crónica seguía impidiendo el traslado del prisionero a su destino. La mala salud de Bajtín le dio tiempo a Elena, su mujer, a contactarse con algunos amigos influyentes. Gorki y Alexis Tolstoi enviaron telegramas a las autoridades. Se apeló a la Cruz Roja. Durante esos meses de detención en el hospital, ve la luz el primer libro que Bajtín publica bajo su nombre: Problemas en la poética de Dostoievski. El libro deslumbró a Lunacharsky, crítico literario respetado y funcionario cultural. Su recomendación ayudó a la conmutación de la pena: los diez años en las islas Solovetsky pasaron a ser seis en Kustanai, sur de la Siberia Occidental, a mil seiscientos kilómetros de Moscú. En marzo de 1930, Elena y Mijail abordaban el tren. Antes de subir, Elena se atrevió a preguntar cómo era el lugar desconocido hacia el cual iban. "El clima es severo pero saludable", fue la respuesta.

Bajaba el telón sobre una década decisiva, caótica, prolífica. Bajtín tenía treinta y cuatro años y había publicado cuatro de sus libros mayores: sobre Freud y el psicoanálisis, sobre el formalismo ruso, sobre filosofía del lenguaje y sobre Dostoievski. Hacía una década que su valor era reconocido por el mundo intelectual de Moscú y San Petersburgo y lo rodeaba un círculo de amigos y discípulos que ya lo consideraba un maestro. Su asombrosa versatilidad, que abarcó estudios semióticos, de teoría literaria, lingüística y antropología se aparejó a una férrea coherencia. Cualquier libro de Bajtín que se lea declara su voluntad de no ceder a una configuración teórica de dogma. Lo fascinó lo diverso, lo heterogéneo, las fuerzas subterráneas de la cultura popular que mueven la historia.

El grupo de Bajtín estaba en el ambicioso camino de los idealistas alemanes como Fichte y Schelling: sintetizar la diversidad de la experiencia humana. El tren abandona lentamente San Petersburgo, ahora Leningrado. En el triste y polvoriento vagón de tercera, pasajeros cabizbajos no se atreven a hablar entre sí, ni siquiera para comunicarse su lugar de destino; la delación es moneda corriente.

Lenin había muerto en 1924 con la amarga certeza de quién era Iosef Stalin. "(...) El camarada Stalin ha concentrado en sus manos un poder inmenso y no estoy seguro de que en todo momento sabrá utilizarlo con prudencia. Es demasiado brusco y ese defecto se hace intolerable en el cargo de secretario general". Lenin fue profético. En 1929, las famosas "purgas" recién comenzaban y Koba ("Inflexible", tal era el sobrenombre de Stalin) llega a saberlo todo. El tren atraviesa la noche interminable hacia un destino que se transformaría en siniestramente emblemático para el régimen. Bajo la luz macilenta, Bajtín, barba y bigotes recortados, frente amplia y pálida, sostiene entre las suyas la mano de su mujer. Con este viaje desaparecería para la vida civil rusa. Y lo sabía. Pero si de algo han dado testimonio amigos y discípulos es del estoicismo bajtiniano, de su inclaudicable sentido del humor, de su flemática paciencia para enfrentar la adversidad. Sólo una cosa podía desequilibrar su carácter reflexivo y pacífico: la falta de cigarrillos.

El exilio marca un antes y un después en la vida y en la obra de Bajtín. El Dostoievski sería su presentación en el mundo editorial y también su despedida. El destino de ese libro describe una simbólica simetría con el de su autor: si en 1929 su primera edición ayudó a salvarlo de una muerte física segura, la segunda, que aparecería en 1963, marcaría su redescubrimiento, impediría su muerte intelectual y lo lanzaría al reconocimiento internacional. A fines de los '50, una nueva generación, que había leído ávidamente el Dostoievski, descubriría con estupor que su autor, sobre el que circulaban diversas leyendas —entre otras que no existía, que era un seudónimo colectivo—, vivía, casi completamente ignorado, en la periferia geográfica e intelectual de su propio país.

Diecisiete años atrás
San Petersburgo, invierno de 1913. La intelligentsia local, que es como decir la inteligencia rusa, arde en los cafés de moda y en los cabarets vanguardistas. El clima político radicalizado por la frustrada revolución de 1905 y la inminencia de la Primera Guerra Mundial galvanizan el aire, en el que se cruzan como flechas las encendidas defensas de los "ismos". El simbolismo pierde terreno mientras se levantan el acmeísmo de Anna Ajmátova y Ossip Mandelstam y el futurismo de Maiakovsky. Se leen manifiestos; el del futurismo iconoclasta fue llamado "una bofetada en la cara del gusto del público". Bajtín tiene dieciocho años, ya ha cursado un año universitario en Odessa y acaba de ingresar en la Facultad de Historia y Filología Clásicas. Los años universitarios de Bajtín coinciden con la Primera Guerra Mundial y la Revolución de 1917, años de fructífero caos.

En la facultad, Mijail frecuenta a los formalistas, los aliados más cercanos de Maiakovsky. Años después, serían sus oponentes frontales en la elaboración de su teoría del texto. En San Petersburgo, comparte un cuarto de estudiantes con su hermano mayor. Nikolai, extravertido y temperamental, reúne todas las condiciones para ser admirado por su hermano menor: es brillante, tiene carisma, como toda esa generación
—incluido su hermano— es de una precocidad desconcertante, y ya posee una sólida formación filosófica y literaria. Pocos años atrás, en la época del colegio secundario de Vilno, Nikolai lideraba a sus compañeros: se escurrían a medianoche al laboratorio a cantar "La Internacional", escribían poesía revolucionaria, leían a Nietzsche, a Kierkegaard, a Baudelaire, a Kant.

En San Petersburgo, los hermanos Bajtín comparten la fiebre de esos días en los que las vanguardias desafían a una compleja tradición. Lo que generosamente brinda la intelligentsia rusa en dos décadas, provocará largas y complejas consecuencias en el pensamiento europeo del siglo XX. Derivaciones conceptuales de los que Bajtín "está pensando" en esos años, reaparecerán en la estética de la recepción de la escuela de Tartu, en Lacan, y en la pragmática, teoría lingüística que anticipa la crítica al estructuralismo francés de los 60. Si bien los dos hermanos frecuentan estas reuniones fervorosas, la inclinación natural de Mijaíl al pensamiento y la filosofía lo lleva a la Sociedad Filosófico-Religiosa de San Petersburgo donde, sin tener que ver con la teología, la discusión se centraba en un problema de base para la futura definición de un imperio anacrónico y tambaleante: el enfrentamiento entre rusófilos e internacionalistas. Amante de la tradición rusa, Bajtín sentía al mismo tiempo el interés urgente de abrirse al europeísmo. Rusia se desentumecía de su largo sueño medieval para producir en veinte años el Renacimiento que nunca había tenido.

Sólo tres años atrás, en 1910, había muerto Tolstoi, quien supo ver como nadie los cambios que se gestaban. Sin embargo, a Tolstoi lo horrorizaba la idea de una revolución sangrienta, creía fervientemente en el cristianismo y que todo podía cambiarse "desde el corazón de los hombres". Gandhi, que fue su discípulo epistolar, pudo, al menos en parte, cumplir el sueño tolstoiano de la no-violencia.

Pero en Rusia, siglos de sometimiento y hambre de los campesinos conducían inexorablemente al cambio violento. A la Revolución de 1917 siguió la guerra civil. El conflicto separó ideológicamente a los hermanos: Nikolai se unió al ejército blanco zarista; cuando los vencieron, abandonó Rusia para siempre. Fue marino en el Mediterráneo y una noche de borrachera, en Constantinopla, se unió a la Legión Extranjera. En 1930 aparece en París donde, azarosamente, descubre el libro de Mijail sobre Dostoievski. En 1932 está en Cambridge, haciendo amistad con Wittgenstein. Para que se cumplan las simetrías, Wittgenstein pasaba por un momento fuertemente tolstoiano. Siguiendo las enseñanzas del escritor sobre la humildad, se van a vivir juntos a un barrio obrero de Londres. En 1950, Nikolai muere en Inglaterra sin saber que su hermano vivía, convencido de que había perecido en las purgas stalinistas.

En Rusia, el invierno de 1918 fue feroz; no había alimentos, no había combustible, no había leña. En los departamentos se quemaban los muebles, después los libros y, finalmente, el parquet. Si bien la reacción de los intelectuales ante la revolución no fue ni mucho menos homogénea, en medio de las penurias continuaba una atmósfera de euforia milenarista; la vida intelectual se enriqueció con la suma de los escritores, músicos y pintores judíos que antes de la revolución eran discriminados. Pronto hubo una emigración de San Petersburgo a ciudades de provincia, donde el clima político era más tranquilo.

Como muchos de sus compañeros, Bajtín pasa a vivir en Nevel y luego en Vitebsk, donde formaría, con Pumpiansky, Yudina y Kagan y posteriormente Voloshinov y Medvedev, el llamado "círculo de Bajtín". Allí también, Mijail conocería a Elena Alexandrovna Okolovich, con quien se casa en 1921. Había motivos para que, más allá de la devoción mutua que se profesaron, Elena fuera la persona capital en su vida. Por un lado, los cuidados de una dolorosa enfermedad que terminaría con la amputación de una pierna; por el otro, el talento nulo de su marido para la vida práctica. Bajtín era excéntrico, humorístico y un charlista incansable sin ninguna pretensión sobre el nivel intelectual de su interlocutor, pero odiaba atender el teléfono, se negaba a escribir y contestar cartas; le gustaban los aspectos "teatrales" de la vida, rodearse de gente peculiar, a la que le divirtiera hacer bromas y disfrazarse. Sus amigos desesperaban: era una lucha arrancarle un manuscrito para llevarlo a imprenta. Bajtín desconfiaba de todo lo que hubiera dejado de estar "en proceso", de lo que no estuviera abierto a la corrección o a un nuevo aporte. En esos años, trabaja en su filosofía del lenguaje, en un texto fundamental sobre la relación entre el autor y el héroe, en una teoría de la literatura basada en la intertextualidad y en una serie de artículos y monografías centrados en dos temas eje de su obra: ética y responsabilidad.

En Nevel y en Vitebsk, los intelectuales en medio de un clima de "cambio total" generaron una cantidad de actividades que hoy asombran. Menciono, como curiosidad, los "juicios" a los que escritores críticos y lectores sometían a los personajes literarios. Como "abogado defensor" Bajtín fue muy popular: ganó
todos en los que se presentó. Uno de ellos fue la defensa de Katerina Maslova, el personaje de  Resurrección, de Tolstoi. Lo asombroso no era la organización de estas actividades, imbuidas del espíritu revolucionario de una cultura para todos; lo asombroso era la cantidad inaudita de público que acudía. Había que habilitarpasillos y escaleras horas antes de que comenzara el debate. Para estos tópicos y para otro, muy popular en esos días y caro a los rusos, la existencia de Dios, directamente no había localidades.

Poco después, los Bajtín regresan a San Petersburgo. En medio de los puestos burocráticos o académicos que sus amigos logran conseguir, Bajtín queda al margen. Su incansable energía intelectual no condecía con su carácter: Nada más alejado del frenesí de la década que este hombre necesitado de su sofá, de sus incesantes cigarrillos, de sus continuas tazas de té fuerte y de la calma para pensar.

A pesar de todo, Bajtín era un hombre "que no le seguía el paso a la época", más parecido a un filósofo de cámara, a un Martin Buber (de quien se consideraba discípulo) que a un inquieto activista de la cultura. Para ayudarlo, le organizan conferencias: la entrada equivalía al valor de un boleto de tranvía. Atrincherado en su mundo privado, Bajtín publicó libros bajo los nombres de sus amigos discípulos Medvedav y Voloshinov y siguió escribiendo. En sus cajones dormía el largo artículo de 1919: “La arquitectónica de la responsabilidad”. El concepto de responsabilidad que Bajtín desarrolla en relación con la ética es sorprendentemente cercano al del existencialismo; se anticipa ocho años a Ser y tiempo de Heidegger y en décadas a El ser y la nada, de Sartre. No se trata de magnificar a Bajtín ni de destacar influencias imposibles (su ensayo se publicaría recién en 1979), sino de ubicarlo en una constelación de hombres que, alejados en el espacio y en el tiempo, pensaron respuestas confluyentes para interrogantes que marcaron el siglo.
Terminaba la década del veinte, muchas cosas habían cambiado. Bajtín es arrestado, condenado a prisión y enviado a Siberia.

Siberia Occidental, 1936
Como le habían dicho a Elena al abordar el tren, en Kustanai el clima es severo. A los 18 grados bajo cero de promedio en invierno se sumaba el terrible buran. Soplaba con tal fuerza que los habitantes del pueblo tenían que aferrarse a los cables tendidos en las bocacalles para que no los volara. Bajtín tiene la enseñanza prohibida: ni filosofía ni literatura. Pronto su capacidad es requerida para tópicos más prácticos: una conferencia para los almaceneros de ramos generales. Después, clases de contabilidad para los campesinos de los koljoz. Se reúnen multitudes en los enormes galpones. Sin perder su proverbial calma, Bajtín enseña teneduría de libros, de paso, habla de literatura y recita a Pushkin.

Entre sus alumnos están los rudos campesinos que forman la Guardia Roja local, a la que el maestro debe reportarse una vez a la semana. Indudablemente, eran tiempos poco propicios para el travestismo social, la obscenidad desbocada o el cambio de roles, temas centrales de su monumental  Rabelais, desarrollado en su vida invisible y cuyo primer capítulo trata de la historia de la risa. En su vida visible, publica en el Comercio soviético, el único escrito suyo que en esos años conoce la prensa, "Experiencias basada en un estudio de demanda entre los trabajadores de los koljoz".  Bajtín tuvo pleno contacto con lo que se llamó la "colectivización".

El dato no es anecdótico. La colectivización en el trabajo se extendió a la unificación de lenguajes y costumbres de un país marcado por diferencias étnicas de todo tipo. Más todavía, desde hacía un par de años se recomendaba a los escritores un método literario que se llamó "realismo socialista". Su convencionalización, sus pautas estandarizadas, su "programa" están en las antípodas de la teoría que Bajtín escribe a contrapelo: "El discurso en la novela", en el que explora de qué modo diferentes épocas se representaron a sí mismas en el género más maleable de la literatura. Términos tales como "lenguaje unificado", "géneros oficiales", "canonización del sistema ideológico" que aparecen en ese texto, no fueron, en 1934, elegidos inocentemente. El requerimiento oficial de mostrar un héroe positivo, ideológicamente correcto, se da de patadas con su compleja formulación de la construcción del personaje; de un verosímil que refleje el mundo imperfecto, incompleto, impredecible: el de la vida humana. Sin embargo, la idea de un lenguaje narrativo accesible que sirviera, además, para educar al pueblo, le interesó tanto a Bajtín que le dedicó un libro. Lo que ocurrió con el manuscrito es digno de mencionarse. En 1941 la Unión Soviética entra en la Segunda Guerra Mundial. La pobreza es extrema.

Bajtín tenía tabaco pero no papel: armó sus cigarrillos con el original y se fumó su ensayo sobre la novela de educación. Esto ya es leyenda e, inesperadamente, al otro lado del mundo y de la ideología, Paul Auster no quiso perdérselo: hay una cita de esta anécdota en su película Cigarros. A fines de los 40 y en los 50,
Bajtín accede a puestos no demasiado notorios de enseñanza, en ciudades periféricas de la capital. Los años finales, ya sin Elena, los pasa en un pequeño departamento de Moscú.

¿Puede un hombre situarse al costado de su tiempo, dejando a un lado circunstancias extremas y condicionamientos de censura y, desde allí, pensar? Bajtín pudo hacerlo. Fue un espíritu libre y una de las inteligencias más profundas del siglo XX. Moral e intelectualmente desprejuiciado, nada ni nadie pudo impedir a este hombre modesto hacer aquello para lo que estaba inusualmente dotado: pensar. Y Bajtín pensó a favor de los vientos que cambiaron su época. Pensó una filosofía libre, en la que contradicción y
heterogeneidad forman parte de la existencia humana y pasan a formar parte
ineludible de su representación estética..

Aunque los tuvo al final de su vida, no necesitó ni reconocimiento ni celebridad. Desde la perspectiva bajtiniana el deseo de originalidad parece fútil; la creatividad es, en última instancia, anónima. Es decir, colectiva. Nadie puede pensar solo, ni descubrir ningún camino si no es en diálogo con el otro.

Bajtín muere en Moscú el 7 de marzo de 1975.